A inicios de mes los adornos comenzaron a verse dentro de mi casa, todo bien hasta que un día llevaron algo extraño a la casa, era de color verde, grande y aunque olía rico no me dejaba de extrañar. Lo colocaron en medio de la sala, para mí era completamente extraño por lo cual no dejaba de verlo con mi cara de duda e incluso de miedo. Todos trataban de acercarme a esa cosa, me preguntaban si me daba miedo el arbolito, en mis pensamientos les contestaba que sí y con mi cuerpo trataba de que no me acercarán a él.
¿Arbolito? Me preguntaba por qué habían llevado un arbolito a mitad de la sala. Los días pasaron y comencé a acostumbrarme a esa cosa extraña a la que todos llamaban arbolito. De repente comenzaron a llenar el famoso arbolito con adornos y luces, esa cosa extraña dejaba de ser tan rara, ya no me daba miedo e incluso me llamaba la atención lo bonito que se veía con todo eso colgando.
Como cada fin de semana visitamos a mis otros abuelitos, también tenían arbolito a mitad de la sala y aunque ese no olía bonito pues era artificial también me llamaban la atención los adornos. Creo que todas las familias en sus casas tienen su arbolito navideño. Aunque sin adornos me dan un poco de miedo, adornados se ven muy bonitos. Acercarme a ellos es un peligro pues todo quiero agarrar y todas las esferas y adornos inevitablemente terminan en el suelo.
Este próximo fin de semana es navidad, el motivo principal por el cual se coloca un arbolito en las casas. Se celebra el nacimiento del niño Dios, creo que es justo celebrarlo en grande pues por lo menos a mí y a mi familia nos dio muchas bendiciones este año.
Espero que ustedes que leen estas líneas, que han estado al pendiente de mí y de mi familia, disfruten de las fiestas de este mes, que es diferente, disfrútenlos acompañados de sus seres queridos, no olviden que la navidad es para recordar el nacimiento de alguien que siempre está al pendiente de nosotros. Reciban de mí y de mis papás un fuerte abrazo.
Feliz Navidad.