Una gran sorpresa

Desde muy pequeñita he escuchado a mis papás decirme que ya no crezca, que me quedará bebecita como hace un año o por lo menos como estoy ahorita. La verdad es que no saben lo que dicen, no imagino a mis papás toda la vida dándome mamila, cargándome en brazos y cambiándome los pañales, aunque tal vez así mi papá se tendría que acostumbrar a cambiarlos. Se perderían de ver todas las cosas nuevas que voy descubriendo, como: mis primeros pasos, mis primeras palabras, mis primeros pasos de baile y todos los pequeños detalles de la vida que me hacen sorprender. 

Evolucionar es parte de la vida, pasas de ser un bebe de brazos a comenzar a gatear y luego poco a poco tus primeros pasos. Lo mismo sucede con los balbuceos que le dan paso a las primeras palabras. Si nos quedáramos mucho tiempo estancados en el mismo sitio, en la misma rutina o con el mismo comportamiento, estaríamos cometiendo un grave error, estaríamos desaprovechando la vida.

Quienes no me habían visto en algunos días dicen que ya crecí más, mi ropa también dice lo mismo, mis sudaderas ya no me cubren totalmente el brazo y en mis pijamas ya no quepo. Desde hace varios meses en mis consultas con el pediatra, mi estatura y peso correspondía con una niña de 2 años, aunque aún me faltan unas semanas para que llegue a esta edad.

Al ver a mi primita más pequeña, que tiene poco de haber nacido, me doy cuenta por qué mis papás quisieran que siempre fuera yo una bebe, los bebes inmediatamente al verlos te provoca abrazarlos, cargarlos, sentir sus manitas y darles un beso. Así como muchas personas han visto como he ido creciendo y como he evolucionado en las diferentes etapas de mi vida, ahora yo podré ver cómo crece mi primita, aunque sea de vez en cuando, porque al igual que la mayoría de mis primos y primas, la veo muy poco.

Sería muy bueno poder ver más seguido a todas mis primas y primos, poder ver como cambia cada uno de ellos, compartir como vamos creciendo, poder jugar y reírnos juntos. Me imagino que tener un hermano sería mucho mejor, todos los días lo podría ver en la casa, vería como va creciendo a diario, lo cuidaría y hasta le prestaría mi cuna y mis juguetes.

Últimamente me he imaginado jugando con un hermanito al Kung Fu Panda o con el balón, con una hermana en mi cocinita o probándonos el maquillaje de mamá, jugando con mis muñecos de Toy Story o viendo juntos la película de Nemo, bailando arriba de la cama o haciéndole cosquillas a mi papá.

Mi vida la imagino mejor al tener con quien compartir mis aventuras, tal vez tengan que pasar algunos años para poder correr de la mano de mi hermano o hermana, pero cada vez falta menos para conocerlo.