Esta semana cumplo 1 año con 9
meses, viendo mi blog me he dado cuenta de lo mucho que he crecido. En las
primeras fotos apenas si podía abrir mis ojos, era un bebe recién nacido que
estaba confundido por todas las cosas que estaban pasando, pero en las fotos
más recientes ya se me ve caminando, abriendo regalos y haciendo travesuras.
Mi actual etapa de vida es muy
hermosa, no sé en qué momento los adultos pierden esa capacidad para
sorprenderse como lo hace un niño de mi edad, todos los días aprendo algo nuevo
y creo que se debe a que todas las cosas me parecen sorprendentes, al parecer
mientras vas creciendo pierdes esta cualidad pues lo veo con mis papás que no
se sorprenden como yo con los pequeños detalles de la vida.
Sé que la mayoría de los que leen
mi blog son adultos, déjenme decirles un secreto, mientras van apurados rumbo a
su trabajo, a su casa o a ver a los amigos, no se han dado cuenta que alguien
los sigue, a veces se pone a lado de ustedes, a veces atrás o enfrente, pero
siempre que hay luz ahí lo tienen. No se han dado cuenta o tal vez ya se
olvidaron y no le prestan atención porque, como son personas muy ocupadas han
dejado de ponerle importancia a los detalles.
La verdad es que yo también no me
había dado cuenta de que alguien me seguía, pero ahora que camino más y
acompaño a la calle a mi mamá o a mi abuelita, me he dado cuenta de que ahí
está cuando camino. En ocasiones no la encuentro, me paro de diferentes formas,
me agacho, muevo mis manos, mi cabeza, me pongo a bailar, me doy vuelta para
ver si la traigo en la espalda pero a veces simplemente desaparece.
A mis papás les da risa como voy
jugando con ella por las calles cuando veo que me va siguiendo, siento que
tratan de minimizar a mi acompañante, cuando le dicen simplemente el nombre de:
Sombra.
No sé exactamente qué significa
sombra, pero sí sé que para mí, se ha vuelto un acompañante que a veces se ve
que se peina igual que yo, a veces se ve de mí mismo tamaño, otras veces se ve
altísimo y a veces simplemente desaparece. También sé que mis papás no le
prestan mucha atención a sus acompañantes pues nunca juegan con ellos ni
siquiera los voltean a ver.
Al igual que mis papás yo sé que
ustedes tampoco le han prestado atención a sus acompañantes desde hace mucho
tiempo, pasan sus vidas ocupadas en tantas cosas que han dejado de prestarle
atención a los pequeños detalles de la vida. No se asombran al oír el agua caer
una tarde de lluvia, al comer algo dulce o salado, al ver los colores de un
gato, al ver un globo flotar, al recibir un beso o un abrazo.
Mañana cuando salgan a la calle
busquen a su acompañante, o eso que ustedes llaman sombra, jueguen por un
momento con él, préstenle atención,
disfruten el momento, vuelvan a sorprenderse, sonrían y dense cuenta que existen
pequeños detalles que la vida nos regala.
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